Las grúas Fassi son una inversión que dura en el tiempo y mantienen su calidad inalterable durante mucho más de 10 años, período marcado por la competencia como la fecha de vencimiento de la vida laboral de sus productos
Dos simples siglas que aparentemente dicen poco. Las grúas Fassi siguen las nuevas normas (ex H1B3), lo que significa que mantienen inalterada su calidad durante mucho más tiempo respecto a la competencia, que se centra en cambio en productos “con fecha de vencimiento” que, después de 10 años, pueden considerar concluida su vida laboral.
En el momento en que una grúa Fassi inicia su actividad está destinada en cambio a durar mucho más tiempo. No se trata de una declaración de intenciones, sino de una certeza, atestiguada por el hecho de que más del 70% de las grúas producidas en casi 50 años de historia empresarial están todavía en plena actividad.
Esta confirmación de la calidad se ve corroborada aún más si tenemos en cuenta que, en el mercado, una grúa Fassi usada sigue manteniendo un valor elevado y no se deprecia. Elegir Fassi es por lo tanto una auténtica inversión económica y empresarial, que se traduce en rentabilidad en el uso diario. Los Gracias a los desarrollos tecnológicos que presentan la innovación como valor competitivo y de caracterización, las grúas Fassi garantizan unas capacidades y prestaciones superiores. Trabajar mejor, más deprisa y con total seguridad en cualquier situación de elevación, incluidas las condiciones más complejas y difíciles, se traduce en ventajas concretas en relación con el rendimiento.
Fassi Gru es una de las pocas empresas del mundo que realiza las pruebas de esfuerzo en todos los modelos desarrollados. El término esfuerzo indica un proceso en cuyo ámbito un material se puede romper debido a la formación de grietas por la acción de cargas repetidas. En la práctica, se ha demostrado que el fenómeno, en particulares condiciones, puede nacer (producirse) ya a partir de los primeros 1.000 ciclos de elevación. Por este motivo, a través de una grúa prototipo instrumentada y montada sobre el banco correspondiente, se comprueba la congruencia del diseño con un mínimo de 200.000 ciclos de trabajo. A través de las pruebas de esfuerzo, los proyectistas pueden valorar concretamente la correspondencia de la grúa con los datos del proyecto: en primer lugar, en función de los efectos de la concentración, la elevación, las formas, el número de ciclos y la curva estadística de las cargas. En segundo lugar, en función de otros factores, como la resistencia estática, la elevación media, los esfuerzos residuales de soldadura, el espesor de la plancha, las temperaturas de funcionamiento y la frecuencia de las cargas.
Una grúa tiene que trabajar siempre con total eficacia. Por eso elegir una grúa Fassi significa realizar una inversión de calidad con un alto valor añadido y destinado a crear “retornos” tanto a corto como a largo plazo, más fácil todavía de amortizar y con rendimiento garantizado.